Anjullón OnLine

Este Blog esta creado con la intención de hacer conocer más a mi querido pueblo de Anjullón, rescatar su historia y su cultura e informar los hechos más destacados del pueblo y/o protagonizados por sus hijos.
La foto de la portada es "la Iglesía de Anjullón".
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martes, 22 de septiembre de 2009

Fiestas y Diversiones (2° parte)

(Foto: Caballos criollos en Anjullón)

Las carreras de caballos constituían otro de los entretenimientos populares. "Pero era todo criollo, no había gateras. Corrían bordo por medio, que le llamaban andarivel. Largaban con bandera, venían galopando, y si venían iguales ahí nomás largaban. En la punta había el rayero, y el tercero" (Don Froilán).
También menciona Don Froilán a los que "se amanecían jugando a la pandorga", cargados de premios consistentes en "tabletas"; la pandorga era un juego de naipes, y las "tabletas" eran una especie de galleta dulce.

Y la "tabiada", En las galerías de la casa de Don José Núñez, padre de Cacho Núñez de hoy. Como además la casa era bodega, corría mucho vino. Y se jugaba por plata, como lo confirma una anécdota que pudo ser trágica: "Al padre de este señor Héctor Quintero -viejito pícaro- lo mandaban a traer vaquitas del cerro para faenar en San Pedro (esto me lo contaba mi compadre Nolberto, fallecido a los 92 años).
Va este viejito, Don Vicente Quintero, faena el animal, viene el asadito, viene la "tabiada", y jugó la venta, con tan mala suerte que perdió todo. No halla como rendir cuenta al patrón: "Nos ha ido mal, Don Enrique, m'os perdido toda la plata".
- Y en qué la has perdido?
- "M'os jugado y m'os perdido, pero no se aflija que yo le voy a trabajar de sol a so!, y le voy a devolver..."

Y Don Enrique: "No te voy a perdonar, porque has cometido una falta muy grave. Arrímate a ese naranjo, te voy a fusilar".
Don Quintero: "No nos mate, voy a trabajar toda la vida y le voy a devolver hasta el último centavo. Tengo familia, chicos. ¿Qué van a comer si me mata...?"

Y Don Nolberto, que había estado escuchando para ver cómo terminaba la cosa, le pregunta: "y qué le has dicho al patrón?" - "Ahí nos ha querido matar por esa tontera de animal flaco que he vendido en San Pedro y se ha ido todo en la tabiada".
- Y qué le ha dicho usted?
- Meta nomás un tiro en este pecho valiente.

Picardía de los viejitos para recuperar su machismo...


A propósito de fiestas y bailes, cabe rescatar una actitud: el respeto o reserva para con la dama. Don Oscar Herrera, que reconoce "haber sido siempre muy calavera", dice:
"Con las niñas los padres no nos dejaban. Las niñas no se dejaban hablar en la calle. Había que llegar a la casa. Los noviazgos eran a la luz del día, era muy reservado”.

De Ramiro Riedel, en "Anjullón, recuerdos de cuanta"

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